viernes, 25 de abril de 2025 00:04h.

UNA DEL OESTE…

Dándole vueltas a la situación política del país y viendo lo visto en RRSS, he tenido el impulso de abrir el ordenador y ponerme a escribir o corría el riesgo de ponerme “azul pitufo” por callarme y lo que yo quiero a estas alturas del año, es lucir bronce.

¿Por qué “una del Oeste” si voy a hablar del panorama político de España? (eso sí, de manera irónica, que para seria y rigurosa ya están los compañeros especializados).

Pues todo tiene una explicación. Permitidme sacar a relucir el nombre de mi abuela Amparo que era una fan incondicional de las películas del “Oeste americano”.

Ella las llamaba : “de indios y vaqueros” y su artista preferido era “Yon Güaine” (interpretar el nombre tal y cómo lo escribo).

Yo, que ya de pequeña apuntaba maneras y era un poco preguntona, no entendía el por qué mi abuela se decantaba siempre por “los vaqueros” y no por los indios (solían ser cherokees y hablar a medias, “tipo indio” de toda la vida) .

Y le preguntaba: -¿abuela, por qué siempre ganan los vaqueros?-

A lo que ella me respondía : -chica, porque son los buenos…-

Mi mente retorcida y analítica se negaba a pensar que siempre fuesen los buenos , en éste caso los vaqueros los que ganaban  y los otros, que se supone que eran los malos, evidentemente siempre perdieran.

Pues lo mismo está pasando en este querida España nuestra. Buenos contra malos, indios contra vaqueros, puñaladas traperas, “asaltos al fuerte”, intereses, egos tan aplastantes que parecen una pisada de dinosaurio y algún que otro personaje que hace más el indio que “toro sentado”.

Pero lo peor de todo esto, es que a diferencia de una película del oeste, aquí perdemos todos. Todos aquellos que no tenemos más remedio que ir a rebufo de los políticos.

Todos se vanaglorian de lo justos que son, de lo bien que lo hacen o lo han hecho, con unos golpes de pecho que hasta daño deben hacerse… Por que un mismo objeto, visto de diferente prisma, siempre será diferente para el que lo observa de arriba, de abajo, por la izquierda o  por la derecha.

“Definiciones clásicas apuntan a definir política como el ejercicio del poder en relación a un conflicto de intereses. Son famosas las definiciones fatalistas de Carl Schmitt de la política como juego o dialéctica amigo-enemigo, que tiene en la guerra su máxima expresión, o de Maurice Duverger, como lucha o combate de individuos y grupos para conquistar el poder que los vencedores usarían en su provecho. También está Max Weber, que define la política estrictamente en función del poder”.

Y todos hacen cosas buenas y malas:  “Ni el lobo es tan malo cómo dice el cuento, ni Caperucita tan buena”.

Y para despedir estas líneas con un poco de purpurina, me voy a quedar con una frase de la famosa “vecina rubia”:

          - “No eres una croqueta, no puedes gustarle a todo el mundo”-