El Turismo Sanitario, la gran quimera
Después de la crisis del ladrillo, nos hemos dado cuenta que necesitamos un nuevo modelo productivo que no sea flor de un día y que permita un crecimiento sostenible a nuestra economía.
El turismo sanitario ha sido durante muchos años y ahora más que nunca, la gran quimera del futuro de este país. Después de la crisis del ladrillo, nos hemos dado cuenta que necesitamos un nuevo modelo productivo que no sea flor de un día y que permita un crecimiento sostenible a nuestra economía. El razonamiento que lleva a esta conclusión parece lógico; somos un país de servicios, tenemos un clima envidiado, profesionales altamente cualificados en el sector sanitario y una vocación de servicio que nos conduce al sector terciario ineludiblemente.
En los últimos tiempos ha habido numerosos impulsos que pretenden enfocar todos los esfuerzos hacia la capitalización de esta idea, pero que por diferentes motivos parecen frenarse en algún punto. Puede que por la dificultad de unirnos con los competidores en una gesta común, quizá por la excesiva burocracia y falta de nexo con el sector público o a lo mejor por la simple falta de confianza, pero la cuestión es que no acaba de arrancar…
Si que hay modelos cercanos de relevante éxito, como han sido Quirón, Vithas u Hospital Clínica Benidorm, pero que han requerido del esfuerzo particular de cada empresa, sin tener el respaldo de un lobby o de las instituciones como debería ser.
En su día se intentó formar uno de estos grupos bajo la marca “Mediterranean Health Care”, que no gozó de éxito y que hizo gastarse mucho dinero a algunas compañías sin que tuvieran mucho rédito. A nivel nacional también se ha formado otro famoso “cluster” llamado “Spaincares”, que lleva ya años, dando vueltas sin acertar en el planteamiento. También a nivel regional hubo otra iniciativa llamada “go and care” de la que nuestra patronal participó y en la que sólo sirvió para dejarse el dinero sin resultados.
Efectivamente, los resultados los hemos obtenido de acciones directas de la empresa en los países que hemos incidido. Así, podemos decir que en el mercado escandinavo y holandés, los resultados han sido positivos, aunque no exentos de dificultades.
Para llegar a fidelizar a este tipo de clientes, es necesario dar servicios de calidad, con personal en su lengua de origen, haciendo actividades que sean de su interés, pero sobretodo teniendo una rápida respuesta a sus demandas. Gracias a estas pautas, hemos logrado que este año sea el séptimo de los ocho que llevamos en funcionamiento, en recibir a nuestro primer grupo de clientes que consta de un grupo de 40 personas que pasan unos 15 días con nosotros.
https://youtu.be/zG8odK5ENzE
Óscar Nombela
Director Residencia Costa Blanca-Grupo Ballesol