viernes, 25 de abril de 2025 00:04h.

¡Adopta mascotas, primero por ellos y después por ti!

Ayer cuando llegue a casa, Mateo como siempre me recibía con sus sevillanas, su baile de after o sus movimientos espasmódicos, bien no lo sé, lo que  si sé es que lo hacía con lo que él es: alegría, amor y agradecimiento a partes iguales. Toda su performance camuflaba la fechoría de la tarde, una chancla reducida a lo que los chinos llamarían “chop suey (cachitos pequeñitos de toda la vida). Según el manual del buen padre, mi reacción debería ser la de ignorarlo y reprenderlo brevemente por sus actos, pero es que ese manual no sabe de la existencia de mi compañero de vida, si lo supiera se daría cuenta de que con él no tiene razón de ser. Tengo tan presente su llegada a casa hace ya más de un año, y bendigo, pese a mi nulo catolicismo, tanto aquellas circunstancias personales que llevaron a que Mateo fuera el tercer intento y definitivo en esto de adoptar. Recuerdo los test y las entrevistas, lo hago recordando también el no entenderlo en aquel momento, hoy lo agradezco y considero deberían ser más exhaustivos para otros casos. Imagino que quien no me conozca o haya pasado de largo la foto de la cabecera pensara que hablo de la adopción de un bebe humano, pido perdón, pero no, hablo de un bebe perro.

Cuando ayer vi lo que había hecho con mi sandalia y lo vi a él con su baile decirme –rame a mí, no la mires a ella, total es solo una chancla-, reconozco no pude por más que sentarme en el sofá atacado de la risa. En ese reír al entornar los ojos me vino a la memoria toda la colección de noticias, fotos y videos que visiono desde antes de que él llegara a casa. Recuerdo que cuando me rondaba la idea de adoptar comencé a seguir a todas las páginas de protectoras de la zona con la voluntad de recoger información acerca de adopciones y demás, prometo y a partir de aquí viene lo duro de este articulo que jamás, repito jamás, podría encontrarme que por encima de las imágenes de compañeros para adoptar me encontraría con las historias que la mayoría de estos animales llevan sufridas  cuando llegan a un albergue a esperar ser acogidos o adoptados. Es cruel y mucho, certificar el nivel al que esta sociedad ha podido llegar.  Como hemos podido llegar a “cosificar” tanto a los animales, tanto como para considerarlos un objeto que podemos comprar  o tener sin más hasta que queramos abandonarlo porque ya no encaja en nuestra vida, olvidando que lo suyo también es una vida. Es vil comprobar cómo se abandonan en polígonos industriales, puertas de albergues o cunetas, sin más, sin ninguna posibilidad de amparo, sin ninguna información para quien lo encuentre, sin ninguna razón y sin ningún sentimiento. Pero como en esta vida parece ser que los animales son nuestro accesorio y que nos debemos centrar en lo humano, lo hago. Me da asco y vergüenza saber que quien hace eso y que quien dispensa ese trato es o lo pueda ser, padre o madre… ¿Qué valores le va a dejar en herencia a sus hijos?. ¿Cómo alguien que demuestra tan poca humanidad podrá decirnos después que siente amor por su hijo o hija?. Es imposible, si pegas, maltratas o abandonas, quizá es que ya dejaste tu corazón en una cuneta. Intento entender que a determinadas personas no les gusten los animales, no lo comparto ni comprendo, pero, hazles un favor y háztelo a ti también de paso,  no los acerques a tu vida, ni les jodas la suya.

Os voy a tener que dejar, mientras escribo esto, Mateo me rasca la pierna, quiere calle, y yo, le quiero a él.

#noabandones #nocompres #adoptaunamigo #acoge #pelutsdelamarina